lunes, 6 de julio de 2009

Venecia en el siglo XVII



En el siglo XVII la ciudad-estado prototipo, Venecia aun seguía comprendiendo la provincia del Véneto, una parte de Istria, casi toda Dalmacia y las islas Jónicas; gobernada por un sistema oligárquico-ciudadano, es por esto que esta cuidad aun seguía viva en algunos aspectos, principalmente el comercio aun seguía activo pese a que sus iniciativas expansionistas quedarán abandonadas en 1718 con la pérdida de Morea -Creta le había sido arrebatada en 1669- [1] y conservando únicamente sus enclaves en la costa yugoslava. Aunque este periodo esta marcado por la estabilidad, también hay un cierto retroceso en el comercio mediterráneo, en parte por la concentración de la propiedad agraria, la vigencia de una agricultura tradicional y la decadencia de la clase dirigente. En efecto, la estabilidad política proviene de la constancia de los ingresos comerciales, dándose muchas exportaciones de cerámicas, objetos de vidrio y obras de arte. Otro punto importante es que esto fue obra de una clase política conservadora, anclada en las instituciones tradicionales y dominada por la aristocracia (Gran Consejo de Nobles, Senado y Señoría) opuestos a cualquier conato de reforma, y por último a una política de neutralidad en la escena internacional.

Mapa de Venecia siglo XVII



A pesar de que las bases económicas tradicionales en Venecia parecían haberse roto y que las arcas estaban cada vez más vacías, la ciudad no perdía el encanto para los extranjeros. Cada vez un mayor número de visitantes se acercaba a la Ciudad de los Canales, no sólo por razones comerciales sino para disfrutar de las continúas fiestas -el carnaval parecía durar todo el año-, de las salas de juego -ridotti- que abundaban en todos los rincones y de los lujosos burdeles -también de los no tan lujosos-. El dinero se lapidaba en una continua juerga que era famosa en todos los ambientes aristocráticos de Europa. [2]

La lenta decadencia veneciana se consolidó cuando el 12 de mayo de 1797, el Gran Consejo declaraba la disolución de la Serenísima República de Venecia. La orden venía impuesta por expreso deseo de Napoleón y poco después las tropas francesas entraban en la ciudad. Napoleón había prometido importantes reformas que nunca se pusieron en marcha, ya que el hábil político francés había negociado con Austria la entrega de la ciudad a cambio de otros territorios. Desde 1797 Austria domina la región del Véneto como una provincia más de su imperio, residiendo en Venecia un regente del emperador, al tiempo que existía una fuerte competencia política con Milán. El dominio austriaco fue en un primer momento muy perjudicial para la región septentrional de Italia, ya que los tributos y los aranceles eran muy gravosos para toda la población, eliminando cualquier posibilidad de negocio.


Un aspecto mas de Venecia en el siglo XVII era el de la la economia en los Gethos Venecianos que aunque posiblemente pudieron haber contribuido a la no decadencia de esta economia (ya que Veecia contaba con una pobacion de un poco mas de 5000 judios), en estos había un magistrado de la ciudad encargado del control del mismo. El gueto siempre fue un lugar de animada vida económica y social: tiendas, sastrerías, despachos de préstamos, carnicerías y panaderías donde se preparaban los alimentos según las prescripciones religiosas judías, asociaciones de beneficiencia, dada la solidaridad entre los judíos, y sinagogas, aunque se denominaban schole, por analogía con las cofradías cristianas. Y aunque La posición de Venecia era muy ambigua: aceptaba su presencia para beneficiarse financieramente, les restaba libertad porque los consideraba inferiores respecto a los cristianos.










Bibliografía
Historia de Venecia, John Julius Norwich, Gian Castelli, Ediciones Almed, 2003, 777 páginas.
Historia de la república de Venecia, Léon Galibert. Traducción: Pedro Reynés y Sola, Librería Española, 1857, 655 páginas.
Coyunturas opuestas: la crisis del siglo XVII en Europa e Hispanoamérica, Ruggiero Romano, Colegio de México, 1993, 171 páginas.
Notas
[1] Cuando Roma dirigió sus intereses hacia el Oriente, la isla formó parte de una etapa de expansión del Imerio Romano. Tras la partición del Imperio, Creta se integró al Imerio de Oriente. Fue sucesivamente veneciana tras la Cuarte Cruzada. Desde entonces, Creta ha estado dividida entre la ocupación latina y la herencia bizantina. Su posición fue estratégica para la defensa del comercio veneciano en el Mediterráneo.
[2] Aunque el carnaval de Venecia surge a inicios de este siglo XVII, alcanzara popularidad muy rapidamente. Aun asi no alcanzo uan importancia tal para la economia de Venecia, ya que este no era dominado por un magistrado.

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